TRANSFORMACIÓN PERSONAL
Tenemos el poder de cambiar el mundo, pero para hacerlo debemos cambiar nuestro mundo interior, luego con esa fuerza cambiar el mundo exterior, es decir, el mundo que nos rodea.
No es ilusión ni utopía es sencillamente un cambio de vida magistral.
De no hacerlo o por lo menos intentarlo, estaremos desatando a todos los demonios que llevamos dentro.
¡Que no lo crees!... pues por un día haz el intento de:
* No quejarte por nada
* No juzgar a nadie por más cosas locas que veas hacer
* Hacer una llamada a un ser querido que tienes tiempo sin saber de él.
Nada más estas tres cosas y verás cómo tu mundo cambia en fracciones de segundo.
Cuando tengas un cambio haciendo estas simplezas quiero que recuerdes. Si este cambio fue solo con esto, me imagino haciendo cosas más relevantes.
¿Qué estás esperando para hacer de tu mundo la manifestación de tus cambios internos?
El hombre es el propio creador de su cielo y de su infierno. Y no existen más demonios que los susurros de su propio ego.
El proceso de autoconocimiento
o de transformación personal es que “cuando uno cambia, todo cambia”. Es decir
que al cambiar tu sistema de creencias, cambia tu manera de ver, de comprender
y de interpretar lo que te sucede, cambiando así tu forma de pensar, de sentir
y de interactuar con tus circunstancias. Es entonces cuando verificas a través de
tu experiencia que no es el mundo, sino tu actitud frente al mundo, lo que
determina tu grado de bienestar o de malestar, así como tu nivel de abundancia
o de escasez.
En este sentido, cabe
señalar que solo cometes errores por falta de información veraz, entrenamiento
o energía vital. Así el sufrimiento te ayuda a recordar que te estás
equivocando. Es decir, que tu interpretación de lo que está sucediendo es
demasiado distorsionada y subjetiva. De hecho, si no fuera por los errores, no
sabrías en que estás fallando y de que manera puedes aprender a hacerlo mejor.
Esta es la razón por la que no debes condenar ni maldecir tus errores: son tus
grandes aliados en el arte de vivir consciente y sabiamente.
A su vez, es importante señalar que este aprendizaje no se produce de forma lineal, sino más bien en espiral. Si te responsabilizas por aprender acerca de lo que te sucede, poco a poco irás ganando en autoestima, serenidad y confianza, lo que te permitirá evolucionar y madurar. Y al final comprenderás que no hay mejor maestro que la vida y tus propias circunstancias.
Ana Luisa López Pérez
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