CARTA A MI COMPAÑERO DE VIDA
Amor, complicidad, aceptación y compromiso.
Significas para mí más de lo que
las palabras pueden expresar. El amor, los brazos que me cuidan y los susurros
que me alientan. Porque formamos un gran equipo y porque somos mucho más que
eso.
En nosotros está la pasión de los
amantes, la locura de los novios y el compromiso de los casados. Pero, ante todo,
somos compañeros de vida. Contigo pienso, hablo, lloro, río, sueño y bailo al
ritmo de cualquier melodía.
Somos nuestro pasado, nuestro
presente y nuestro futuro.
Somos perfectamente imperfectos.
Solo tú y yo sabemos estar
distantemente juntos.
Juntos somos perfectamente
imperfectos, pero no porque no tengamos desacuerdos sino porque hemos sabido
resolverlos. Por eso hay que disfrutarlo al máximo, en superar nuestras crisis
y nuestros enfrentamientos.
Como es natural, no adoro todas
tus caras. Ni siquiera adoro las mías. Pero hay algo que no cambiaría y es
poder vivir a tu lado cualquier expresión de la vida.
Te enfadas, me enfado y, en ocasiones,
nos fallamos el uno al otro. A veces no cumplimos nuestras promesas, pero
sabemos crecer juntos superando nuestras imperfecciones.
Y mi voz y tu voz. Esa ternura
que solo tengo para ti para nuestros momentos. Los dos sabemos que si algo nos
sostiene es la complicidad de los detalles diarios. En eso consiste la pareja.
Si tu mundo se desmorona, ven al mío
y lo reconstruimos.
Si mi mundo se desmorona, voy al
tuyo y lo reformamos.
Así es como esto funciona.
Nuestra relación tiene ese punto
que, en psicología, llaman aceptación. Eres irrepetible y eso te hace excepcional.
Porque si perdiese mi tiempo en hacer juicios no podría disfrutar contigo del
presente.
En ti no busco mis anhelos ni
quiero que llenes mis vacíos. Ambos somos personas completas y plenas. Cambiar
y madurar juntos es un placer infinito.
Y no, no te necesito, pero te
prefiero y te elijo para disfrutar juntos del paisaje. Porque el amor es eso,
querer sin depender y sentir amando. Amar sin cárceles emocionales.
Y mis ganas de ti no se quitan,
se acumulan.
Gracias por estar siempre
presente.
Por muchas veces que te diga “te
quiero”, siento que nunca son suficientes.
Quiero agradecerte tu paciencia
conmigo. Con tu serenidad y tu mano, consigues traerme de nuevo al camino de la
calma y de los pasos firmes. Tu apoyo ha sido, es y será vital.
Eres mi inspiración y quiero que
formes parte de mis decisiones y deseos. Dejemos que esto crezca sin límites,
porque así lo concebimos desde el principio. Te quiero.
Mi concepto de pareja se basa en sumar, no en cumplir. En elegir a la persona en libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario