“Yo sí puedo”
“Tengo la posibilidad de elegir cómo vivir mi vida”
“Estoy feliz de ser quien soy”
“Tengo la posibilidad de elegir cómo vivir mi vida”
“Estoy feliz de ser quien soy”
“Me siento cómodo dentro de mi piel”
Una alta autoestima es indispensable para vivir una vida que valga
la pena. Me facilita mi crecimiento, puedo tener acceso a mi energía
interior y me permite ser feliz y libre.
Cuando me siento bien conmigo mismo tengo alta autoestima. La opinión que tengo acerca de mí es buena, me relaciono
adecuadamente con los demás y ejerzo mi trabajo o quehacer diario con
gusto. Tengo alta autoestima cuando me aprecio, cuando siento que tengo valor.
Sentirme así me permite desempeñarme sin complicaciones, libre, abierto y espontáneamente. Logro subir el ánimo a quienes me rodean e irradio una energía positiva de beneficio para todos.
Asumo gustoso las responsabilidades que elijo tener y de esa manera
logro un mayor éxito porque lo que hago lo hago por elección y con
cariño.
Tengo un optimismo que se contagia y por esta razón los demás quieren
colaborar conmigo. Esto me permite construir más fácilmente la vida de
mis sueños y eso me hace cada vez más feliz.
En este camino tan alegre de la alta auto-apreciación, soy de un
beneficio inigualable para los demás, no porque me sacrifico por ellos,
sino porque inspiro a cada quien a que sea y exprese lo mejor de sí
misma.
Afronto los retos confiando en que seré capaz de abordarlos o de
buscar la ayuda que necesite para alcanzar las metas que me he propuesto
en mi vida.
Me acepto como soy y reconozco que me puedo desarrollar más en
algunas áreas. Con gusto y conciencia busco mi transformación para ser
cada vez mejor persona.
Desde muy adentro me quiero, me respeto, y me siento bien conmigo mismo. Si pudiera elegir, elegiría ser yo mismo otra vez. Estoy feliz de quien soy y como soy.
Una condición así me asegura el bienestar físico, emocional y mental. La salud es
una consecuencia lógica.
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