¿Y QUÉ TAL SI ME PERDONO?
Me he sentado a tomar un café conmigo mismo frente al espejo y me
descubrí alzándome la ceja como siempre, entonces me dije a mi mismo que
ya estuvo bueno de ser tan duro a veces y que deberíamos probar,
simplemente, perdonarme.
Me perdono por dejarme en último lugar infinidad de veces,
me perdono por hacerme pedazos para completar a otros,
me perdono por no tener tiempo para mí,
me perdono por no hacerme caso y tropezar con el mismo obstáculo una y mil veces,
me perdono por poner mi salud como un pendiente y no como una prioridad,
me perdono por haber hablado de más,
me perdono por haberme callado,
me perdono por confundir resignación con tolerancia,
me perdono no gastar en mí lo que sin reparo gasto en alguien más que a veces no lo merece,
me perdono por mentirme,
me perdono por no verme al espejo más seguido,
me perdono por no ser más amable conmigo mismo,
me perdono por no tenerme paciencia ni tener constancia,
me perdono por ser tan rudo cuando se trata de mí,
me perdono no encajar en un molde,
me perdono por no permitirme muchas cosas,
me perdono por no disfrutar de otras tantas,
me perdono por no valorar los momentos que valen la pena y darme cuenta muy tarde.
me perdono por hacerme pedazos para completar a otros,
me perdono por no tener tiempo para mí,
me perdono por no hacerme caso y tropezar con el mismo obstáculo una y mil veces,
me perdono por poner mi salud como un pendiente y no como una prioridad,
me perdono por haber hablado de más,
me perdono por haberme callado,
me perdono por confundir resignación con tolerancia,
me perdono no gastar en mí lo que sin reparo gasto en alguien más que a veces no lo merece,
me perdono por mentirme,
me perdono por no verme al espejo más seguido,
me perdono por no ser más amable conmigo mismo,
me perdono por no tenerme paciencia ni tener constancia,
me perdono por ser tan rudo cuando se trata de mí,
me perdono no encajar en un molde,
me perdono por no permitirme muchas cosas,
me perdono por no disfrutar de otras tantas,
me perdono por no valorar los momentos que valen la pena y darme cuenta muy tarde.
Mi mismo, me dije, debemos aprender a soltar, a dejar ir, a perdonar.
Debemos hacer frente común contra el mundo que no está en nuestra
contra, simplemente es el mundo y la gente es gente, con lo bueno y con
lo malo, a veces solo estamos parados en el camino equivocado con
alguien que viene a todo pulmón y nos arrasa sin miramientos. No hay
explicaciones ni justificaciones, es así…. sucede.
Mi mismo, sabes, necesito tu apapacho, tu abrazo, tu complicidad, he aquí el trato.
Menos reproches y más amor.
Menos revivir el momento y más perdón.
Menos reproches y más amor.
Menos revivir el momento y más perdón.
Y si me perdono? Ampliamente y de verdad, sin echarme en cara después mis
errores, sin pensar en un problema toda la noche, sin sentir una punzada
con un recuerdo corrupto cruzándonos la mente.
Y si me perdono mis errores y pasado?
Si, me perdono, si me acepto y me corrijo, si me acomodo las piezas si me reseteo la memoria y el corazón…
Sí me perdono!
Mi Consulta Psicológica
Ana Luisa López Pérez
Psicóloga
Av. del Puerto Nº 81, Planta 6ª, Pta. 44.
Valencia, España. 46021.
Tel. 963 22 59 73
Móvil: 600 25 80 77
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miconsultapsicologica@hotmail.es
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